29-09-2995: Una triple vida
El enorme carguero clase Okinawa se desplaza lentamente entrando en el área de atraque de la estación dirigida por los Pioneros de Segaris. Con el ruido de sus motores maniobrando, la nave se acerca al punto de atraque establecido sin dificultades, debido al poco tráfico presente. Esta estación es el muelle de referencia de los Pioneros, ubicada convenientemente en el sector Triunfo de Brennan, cerca de la puerta de salto hacia el espacio del Protectorado Terran. Pero el intenso tráfico comercial tiene como destino otras estaciones, así que un ambiente de tranquilidad se respira en la zona de atraques de los muelles.
En una de las áreas pequeñas de atraque, dos personas conversan en la cabina de una nave clase Rapier impoluta, sin rasguños ni rastros de desgaste. La mujer, sentada en el asiento del piloto, le muestra al detalle la consola de mandos al hombre enfundado en el uniforme de piloto Terran que observa de pie tras ella.
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No tendrás la mayor aceleración, pero con los motores MK3 que tiene esta pequeña máquina serás capaz de alcanzar los 384 metros por segundo en largas distancias. Es lo que me pediste, lo más veloz que pudiera conseguir, ¿verdad? -asegura Mizuki girándose en su asiento hacia Kaibu, que mira con curiosidad los detalles de la cabina.
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Sí, sí, es ideal… -responde Kaibu con la atención distraída en la nave.
Necesito un transporte rápido y discreto a otros sectores, así que esta nave me viene como anillo al dedo. El piloto baja la mirada hacia la mujer y le pregunta:
Solo me queda que alguien de confianza se ponga a los mandos. ¿Sigues estando interesada en ser la capitana de esta nave? -pregunta directamente.
La mujer responde al instante con espontaneidad:
¡Claro que estoy interesada, Kaibu! ¡Lo que sea por salir de ese trozo de roca de ahí abajo!
Kaibu asiente satisfecho ante la respuesta de Mizuki. En un instante se le viene a la cabeza el doloroso recuerdo de la última vez que coincidió físicamente con la mujer. Entonces tenían menos de diez años. Kaibu observaba desde la puerta de su vivienda como los gemelos Mizuki y Kazuo se montaban en un transporte militar bajo los brazos de su madre, flanqueados por soldados. Hasta entonces habían sido vecinos y los tres mejores amigos, fantaseando a menudo con graduarse como cadetes y ser pilotos de la misma flota espacial del Protectorado Terran, como sus propios progenitores lo eran. Aquel día acabaron todas las fantasías, pues su familia fue desterrada de los sectores del Protectorado. El padre de los gemelos había sido acusado del crimen de alta traición y ejecutado, un oscuro episodio del que Kaibu nunca ha sabido los detalles.
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Además, yo siempre cumplo mi palabra -afirma Mizuko levantándose.
Y dijimos que algún día volaríamos juntos, ¿no? -señala mientras levanta el puño hacia Kaibu, en un gesto de saludo que el piloto responde chocándole el puño y que era habitual hacer cuando eran niños. A ambos se les viene el triste recuerdo de Kazuo, que participaba del saludo conjunto de los tres. Según Mizuki murió hace un par de años en un accidente de tráfico en el planeta Taurus, donde fueron desterrados años atrás.
La misma Mizuki sigue hablando para alejar los fantasmas del pasado.
Bien, ¿podemos ahora hablar sobre lo que te traes entre manos? El secretismo de no poder decir información sensible en nuestras comunicaciones me tiene intrigada.
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¡Claro! -afirma el piloto, que se asegura de cerrar la puerta de la nave antes de hablar.
Como podrás haber deducido por mi uniforme, finalmente me gradué en las Fuerzas Aéreas del Protectorado. Ahora mismo soy Oficial de Patrulla, recorriendo en caza con mi tripulación el espacio del Protectorado y de los Pioneros en asistencia a cualquier necesidad o amenaza.
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Sin embargo, hay unos cuantos individuos que nos hemos unido y creado un grupo de pilotos, por intereses comunes. Tenemos una pequeña estación espacial alrededor de un asteroide en el sector de los reptilianos Gran Intercambio I. Y por ahora no me interesa tener que dar explicaciones en el Protectorado sobre estas actividades, así que necesito una manera discreta y veloz de viajar de aquí a allá -afirma Kaibu.
-Ajá… -comenta pensativa Mizuki con una ceja levantada.
Ahora me explico por qué no te has buscado una flamante exploradora Terran. Alguien está haciendo travesuras a las espaldas del Protectorado -dice divertida.
Sin embargo, la broma no le hace gracia a Kaibu. Sabe de buena tinta la actitud del Protectorado respecto a las otras razas del espacio y cómo se las gasta con los díscolos entre sus filas. El padre de Mizuki también lo supo en su momento. Con gesto más serio responde:
Esto no es para tomárselo a la ligera, Mizuki. No quiero que se sepa mi relación con este grupo. Y un caza Terran en el espacio Teladi llama mucho la atención. Así que necesito que seas discreta y eficaz, usando el espacio de los Pioneros como nexo entre el Protectorado y mi base.
El piloto desvía la vista observando el interior de la nave para suavizar su comentario tajante, pero a la nueva capitana no se le escapa las últimas palabras de Kaibu: “mi base”. Sin embargo, opta por ser prudente, no decir nada y observar en qué está metido su amigo de la infancia.
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De hecho, ese es el nombre que va a tener esta Rapier -comenta con tono animado y mirando de nuevo a Mizuki.
Nexo.
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Muy bien.. Nexo. Me gusta -responde Mizuki con tono casual.
Y… ¿qué problemas me puedo encontrar en el camino entre el Protectorado y tu base? -dice remarcando las dos últimas palabras, incapaz de resistir la tentación de señalar el matiz que ha percibido en las palabras de Kaibu.
Al piloto no se le escapa el matiz de su amiga. Pero debido a la particular situación por la que se ha hecho el líder del grupo de pilotos con base en aquella estación, prefiere no profundizar por ahora en el asunto. Ya llegará el momento de explicarle la anomalía que le teletransporto repentinamente junto a la estación espacial en Gran Intercambio I y las negociaciones en las que los residentes de la estación, el reptiliano que le rescató y él mismo acordaron asociarse.
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El camino más directo implica cruzar el espacio de los argonitas, tanto la República de Antígona como la Federación de Argon. No debería haber problemas, aunque te advierto que en el sector de El Hoyo se reportan con cierta frecuencia ataques Xenon y perdí a unos compañeros pilotos allí no hace mucho -señala con un tono un poco triste.
Por otra parte, -prosigue-
es posible dar un rodeo y tomar el Anillo para evitar entrar en la Federación. Pero eso te llevará a cruzar los sectores de los Paranid en los cuales no somos bienvenidos. Si alguna vez coges esta alternativa, no te detengas por allí.
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Entendido -responde la mujer con parquedad, aunque añade en tono animado.
Nunca he pilotado más allá del espacio de los Pioneros, así que estoy contenta de lo que me propones. ¿Cuándo empezamos? -dice motivada, suponiendo que hay muchas más cosas que Kaibu no le está contando. Su base en un sector lejano, un oficial del Protectorado realizando actividades a escondidas, explorar y esquivar los peligros de la galaxia… Aunque le pueda meter en problemas, las expectativas son mucho mejores que la vida rutinaria que le esperaba trabajando en un astillero terrestre si su viejo amigo no hubiera aparecido.
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Pues en cuanto estés lista. Si tienes equipaje o materiales en la estación, cárgalo en la Nexo y despegamos de inmediato -afirma el hombre.
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¡Genial! -exclama la mujer mientras se acerca a la puerta de la nave y acciona su apertura.
¿Vamos a visitar tu base en el sector reptiliano?
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No, primero tenemos que vernos con alguien en una nave científica. Los últimos informes que tengo es que se encuentra navegando por ahora en el sector de El Hoyo, aunque si nos retrasamos es posible que se marche a otro lugar. ¡No pierdas el tiempo, que salimos cuanto antes! -ordena, lo cual provoca que Mizuki se marche a paso rápido sin perder un instante.
Kaibu observa como la nueva capitana se marcha por la zona de atraque y se pierde por una de las puertas automáticas de los ascensores del muelle. Se siente contento, no solo por ver de nuevo después de tanto tiempo a Mizuki, lo cual le despierta recuerdos emotivos que llevaban tiempo guardados. También le da la seguridad de confiar en ella al 100%. Mizuki no tiene lazos actualmente con el Protectorado ni ningún otro vínculo que pueda ir en contra de sus intereses, así que es la persona ideal en la que confiar y contarle sus secretos.
Aunque hay un secreto oculto, el cual no le va a revelar a la mujer. Otra de las razones por las cuales se ha agenciado una nave rápida y discreta con la que moverse por el espacio sin llamar la atención ni tener que reportar a nadie. Desde hace unos meses Kaibu fue reclutado por la Agencia del Servicio Secreto del Protectorado Terran. Fue testigo involuntario de un asunto de máximo secreto que implicaba una amenaza de seguridad espacial para el Protectorado, pero su actuación a los mandos de un caza ligero fue valiente y decisiva para evitar males mayores. Ante la necesidad de controlar “la fuga de información” tras el incidente, la Agente Delilah Shiratori contactó con él, realizando una propuesta que el piloto no pudo rechazar (literalmente).
A través de la agente Shiratori, Kaibu trabaja encubiertamente a favor de los intereses del Protectorado. De hecho, el encuentro en la nave científica al que se encaminan es parte de su trabajo encubierto para informar al Protectorado de las actividades internas de los Pioneros…